Dejar de fumar mediante hipnosis se ha convertido en uno de los recursos más novedosos y más eficaces para vencer, por fin, la batalla contra el tabaco. Uno de los principales problemas que tiene esta adicción es que se desconoce lo difícil que resulta abandonarla, incluso en aquellas situaciones en las que la salud ha sufrido ya una serie de daños irreversibles.
Dejar de fumar mediante hipnosis
La hipnosis ha sido desde hace siglos uno de los recursos psicológicos más útiles y desacreditados que ha habido. ¿El motivo? Que ha tardado un tiempo en perfeccionarse. Sin embargo, lo cierto es que en la actualidad tenemos constancia de que los resultados son más que positivos. Concretamente, se habla de que el 80% de las personas que prueban esta técnica abandonan el tabaco definitivamente. La complicación que surge al tratar de dejar este mal hábito está en varios puntos- Para empezar, el tabaco crea una dependencia tanto psicológica como física.
- La segunda desaparece a partir de los tres primeros días, cuando los restos de nicotina abandonan la sangre. A partir de ahí uno está ya limpio y, en teoría, su cuerpo directamente no necesita más tabaco. Pero otra cosa es la mente. Psicológicamente, el tabaco funciona como un amigo, un catalizador del estrés y de la ansiedad. Se convierte en una herramienta que ayuda a gestionar las emociones, con la que compartir momentos. Por lo tanto, la dificultad está, precisamente, en vencer ese punto. La hipnosis se presenta como una alternativa para que esa dependencia se diluya. Entrando en la psique profunda del individuo podemos conseguir que este olvide ese gusto o esa necesidad que sentía por el tabaco. De este modo, la principal causa de las recaídas se disipa.
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